Entre los ingredientes activos tópicos para el aclaramiento de la piel de uso tradicional se incluyen la hidroquinona, cuya utilización en productos cosméticos está actualmente prohibida en muchos países del mundo, la arbutina (un derivado de la hidroquinona que se encuentra en las hojas de plantas como la Mitracarpus scaber, la uva de oso y el arándano), el ácido kójico y el ácido azelaico. Recientemente también ha surgido cierta polémica en torno a la arbutina, ya que puede liberar hidroquinona cuando se aplica en la piel y, por lo tanto, el CCPC (Comité científico de los productos de consumo) considera el uso de arbutina en productos cosméticos como no seguro.

El ácido kójico es un subproducto que se obtiene a partir del proceso de fermentación del arroz malteado que se utiliza en la destilación del sake, el vino de arroz japonés. En algunos estudios se ha demostrado la efectividad del ácido kójico a la hora de inhibir la producción de melanina. No obstante, el ácido kójico es un ingrediente inestable en formulaciones cosméticas y ha habido casos de irritaciones y dermatitis de contacto provocados por este ingrediente.

El ácido azelaico es un inhibidor reversible de la tirosinasa que también inhibe la respiración mitocondrial y el glicólisis. El ácido azelaico, un ácido dicarboxílico saturado de formación natural aislado originalmente a partir de Pityrosporum ovale, es un inhibidor competitivo bastante débil de la tirosinasa in vitro. Además, el ácido azelaico tiene un efecto antiproliferativo y citotóxico sobre los melanocitos. Este último efecto está causado por una potente inhibición de la tiorredoxina reductasa, una enzima que participa en la activación de la oxidorreductasa mitocondrial y en la síntesis del ADN.